introducción

el objeto general de la cátedra, en sus tres niveles, es estudiar la forma en arquitectura.

el estudio de la forma en la arquitectura se instrumenta a través de determinadas formas de trabajo, que podemos llamar genéricamente representaciones.
esas representaciones suelen emplear procedimientos geométricos para describirla, que tienden a traducir en modelos también geométricos únicos y de la misma clase a unos objetos de estudio que -en arquitectura- están sometidos a la combinación de partes de naturaleza no similar (ya sea por su permanente demanda constructiva o por un evidente problema de escalas).
esta dificultad, inherente a su forma como objeto, se extiende a las relaciones que derivan de él con su contexto, y se vuelve crítica si podemos considerar a la arquitectura como parte de un ambiente (como espacio fundamentalmente continuo diferenciado por ciertas cualidades de alcance local) y determinado por formas de ocupación e interpretación subjetiva y socialmente variadas y variables.

así, los problemas de descripción de la forma en arquitectura parecen interesantes en la medida en que se ocupen de desarrollar relaciones, estimulando a atender a la definición de partes y modos de combinación; o al modo en que las formas de observación y representación permitan ampliar el registro del campo de estudio, desde su condición de objeto único y completo hacia la organización de materiales diversos y dinámicos, que requieren de nuestro trabajo para recuperar su sentido en contextos determinados.

la morfología en arquitectura presenta otra particularidad.
como campo de conocimiento, puede comprenderse como un área común con otras muy diversas prácticas (fundamentalmente la biología -incluyendo a la zoología y la botánica- y la lingüística). en esos terrenos de trabajo, la morfología aparece también como una técnica de descripción de las propiedades de configuración de sus objetos de estudio, bastante encuadrada en el paradigma científico. pero si para la botánica o la lingüística la morfología es “el estudio de las diversas formas de que es susceptible la materia, natural o artificialmente”, la arquitectura nos demanda problematizar un componente de ese enunciado: de qué materia hablamos.
mientras en las ciencias biológicas o las del lenguaje (e incluso en la historia del arte) los objetos de análisis están completos y disponibles, y la tarea es fundamentalmente taxonómica -clasificatoria y descriptiva-, para nuestro trabajo la morfología resulta involucrada en la constitución de los materiales del proyecto, ya que nuestra tarea como arquitectos es darle forma a la imaginación, anticipando la presencia construida de las obras.
en este sentido, podría aproximarse a los problemas de forma usualmente estudiados en las prácticas artísticas, pero sabemos que las determinaciones productivas y sociales de la arquitectura introducen especificidades que no queremos obviar.

si estamos dispuestos a atender a esa complejidad, salvando la distancia entre contemplación analítica y síntesis productiva, estas asignaturas serán el terreno donde construir la constelación de conceptos necesarios para conocer los modos de constitución de las formas en arquitectura.

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